Muchas veces queremos máximos resultados sin que nos suponga un gran gasto a la hora de lavar la ropa. Por ello siempre hay trucos y consejos en la versión más económica y así realizar un lavado inteligente a la vez que ahorramos.
La clave se basa en: no gastar más de lo necesario, aprovechar el agua y la energía con la carga y programa de lavado adecuados.
También hay que aprender a leer las etiquetas de lavado de cada prenda. El fabricante especifica la temperatura en grados recomendada, y así sabrás si debes utilizar agua fría o caliente. Aunque un pequeño truco para que la prenda sobre todo de lana, no encoja es lavarla con agua fría.
No utilices más detergente del que indica el envase, ya que no lava mejor y puede dejar residuos. Además si utilizas productos concentrados, los resultados son mejores y con la utilización de menos producto.
Separa la ropa según los colores, la suciedad y el tipo de tejido. Si las separas por colores que vayan desde los blancos, a tonos más claros hasta los más oscuros. También se pueden separar dependiendo la suciedad de la ropa. Y sin olvidar las prendas delicadas, éstas últimas se recomienda meterlas en un saquito para que no se estropeen.
Si tu lavadora tiene olores, puede deberse a la acumulación de bacterias y otras sustancias incrustadas. Se pueden evitar realizando lavados de mantenimiento regulares con agua caliente cada 4-6 semanas. Es aconsejable dejar la puerta abierta entre lavado y lavado y así se reduce la acumulación de malos olores.
Si las prendas tienen manchas. Recuerda que es más fácil eliminar cualquier tipo de mancha si no dejas que se resequen. Un par de trucos para manchas menos comunes son las siguientes:
Para el óxido: espolvorea sal y aplica zumo de limón. Déjalo actuar toda la noche y lava la prenda con normalidad. Si es esmalte de uñas: usa quitaesmalte o acetona. Después, lava siguiendo las instrucciones de la etiqueta.
Imagen | hogarideas
Fuente: CentroMujer
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