Algunos días puede que te levantes con poco tiempo o sin muchas ganas de convertirte en una artista para tu propio rostro… Pero de eso se trata: el maquillaje es un arte sutil que debes desarrollar para hacer resaltar tu belleza, corregir algunos defectillos y también es una forma de disfrutar de tu femineidad.
Así que míralo de esta forma: la práctica hace al maestro y te aseguro que cuando encuentres tu propio ritmo te divertirás haciéndolo y el resultado valdrá la pena.
Justamente por eso he pensado en ayudarte a que encuentres la manera más fácil y provechosa para un maquillaje diario con el que siempre reflejes frescura.
Antes de sumergirnos en el arte del maquillaje, vamos a tener todo ordenado para ahorrar tiempo y tengas clarísimo lo que necesitarás. El maquillador oficial de Esika, Enrique Sabrozo, nos ayudó con lo que el considera sus elementos básicos de trabajo:
Pinzas (prueba que sea fácil depilar las cejas, no todas son iguales, por lo que te aconsejo que tenga la punta fina).
Rizador de pestañas (ensaya cómo usarlo, no es tan difícil como parece). Algunas mujeres prefieren una cuchara para el mismo propósito.
Crema hidratante / bloqueador. De lo que se trata es ahorrar tiempo, así que algo que yo he aprendido es a buscar siempre una crema hidratante de día que también tenga factor de filtro solar mínimo de 15 para protegerme contra la luz que emite el monitor de la computadora.
Base ligera de maquillaje. Con este producto debes tener especial cuidado cuando la compres. Lo primero es escoger el tono perfecto para tu piel, el que más se asemeje o un tono más oscuro (nunca más claro), pruébalo en la tienda sobre tu rostro: su densidad no deber ser pesada para que tenga un acabado natural sobre tu piel. En la actualidad también puedes encontrar bases que son al mismo tiempo humectantes y tienen cierto grado de protección solar, aunque yo prefiero que sean por separado.
Corrector. En especial para esas ojeritas después de una mala noche, escoge uno que sea un tono menos que el de tu piel. Los encontrarás en barra, fluidos o en crema. Estos dos últimos pueden ayudarte mucho ya que no marcarán líneas de expresión (¡lo último que necesitamos!)
Polvos traslúcidos o compactos. Así como la base también ten mucho cuidado con el tono que elijas, no queremos que te veas blanca como un fantasma.
Rímel. Mejor si es a prueba de agua para que dure todo el día sin correrse.
Sombras. Quique nos comenta que “los tonos lilas y rosados combinan con todo y se ven muy bien en el día”. Generalmente la presentaciones de sombras vienen en tres tonos del mismo color. Si tienes los ojos muy pequeños o quieres darles un realce especial también sería conveniente que tengas una sombra más oscura a la mano (que hará las veces de delineador).
Rubor en tono naranja, durazno o rosado. Ten cuidado con los tonos marrones que pueden endurecer tus facciones.Glossy o barra de color para labios.
¿Listo? ¿Todo lo necesario para verte bella cada día sin mayor esfuerzo?
Antes de comenzar con los pasos de maquillaje, necesito que pongas especial atención a tu piel, que es como la tela del cuadro donde comenzaremos a trabajar. Para que cualquier maquillaje se luzca esta debe estar en las mejores condiciones.
Por eso es tan importante que mantengas la limpieza e hidratación necesaria.
No olvides tener siempre una botella de agua a la mano (sin azúcar), una infusión o un jugo para que tu hidratación empiece por dentro.
Y ahora son tus cejas las que deben tener toda tu atención. Si las tienes bien definidas pueden darle expresividad a tu rostro. Si tienes dudas sobre la forma que debes darle, la primera vez puedes dejar que un experto de belleza las defina y luego tan solo tendrás que mantener la forma con la ayuda de tu pinza. Otro buen truco es el del lápiz, te dejo con un video para que no te queden dudas.
Para la limpieza de tu rostro, utiliza un jabón facial especial (ya sea en barra o líquido). Jamás dejes de lado tu crema hidratante facial y tu bloqueador.
Ya sea que sean dos en uno o cada uno por su lado, aplícalos veinte minutos antes de salir para que le des tiempo a tu piel de absorberlos. Busca aquellos que no tengan aceite para que no te dejen el cutis grasoso.
¡Ahora sí! Comencemos a practicar.
1. Después de tu crema hidratante, es el turno de tu base. Aplícala con un pincel para que le des un acabado mucho más natural y de adentro del rostro hacia afuera para lograr que sea totalmente parejo.
2. Tu corrector te salvará de esa mala noche pero no exageres. Para el día te aconsejo que solo lo uses si tus ojeras son muy pronunciadas. Puedes aplicarlas con un pincel y luego difuminarlo con ayuda de las yemas de tus dedos.
3. Y ahora los polvos, no te olvides de este paso porque con ellos sellarás la base y el corrector y tu maquillaje durará mucho más tiempo. Pueden ser compactos o translúcidos (estos últimos suelen tener un resultado más natural). Puedes aplicarlos con una brocha o una borla. Este video te ayudará a saber cómo aplicar correctamente la base, el corrector y los polvos.
4. Aplica la barra hidratante sobre tus labios para que no luzcan resecos antes de tu labial.
5. Ahora es el turno de las sombras. Utiliza el tono medio sobre el párpado, el más claro debajo de la ceja para brindarte luminosidad y el más oscuro sobre la parte del pliegue en forma de “V” para darle profundidad a tu mirada. Aunque este paso no es indispensable, siempre te verás más radiante con color sobre tus ojos.
Si deseas lograr un efecto parecido al delineado, utiliza una sombra oscura para aplicarlo encima de tus pestañas. Este video te puede guiar en esta parte del proceso.
6. Riza tus pestañas con ayuda de tu rizador o tu cuchara si así lo prefieres. Ahora están listas para el rímel. Máximo aplica dos capas, recuerda que también buscamos vernos naturales, y por la misma razón también te recomendaría que evites echarlas en las pestañas inferiores.
7. Siendo el turno de tus labios, evita los rojos fuertes (¡déjalos para deslumbrar por la noche!), los colores más apropiados para la oficina son los más cercanos al color natural de tus labios.
8. Lo último pero no menos importante, el rubor. Utiliza una brocha suave para aplicarlo. Sonríe frente al espejo para que sepas cuál es el lugar clave, justo en las bolitas que se forman cuando lo haces.
En especial, en lo que se refiere a un maquillaje de día y para la oficina, el secreto para que luzca realmente natural tiene que ver con una táctica que los profesionales como Kike Sabrozo conocen muy bien: difuminar. Utiliza una brocha que te ayude a difuminar tanto las sombras como el polvo de tu rostro cuando termines todo el proceso.
¡Lista! Y nuestro experto de belleza nos iluminó con un dato… ¿recuerdas la botellita con rociador de tu lista? “Si quieres que tu maquillaje dure y se mantenga fresco, rocíale agua mineral al rostro después de maquillarte”.
Retoca tu maquillaje con la ayuda de tus polvos, tu rubor y tu barra de labios. Como no has usado delineador no tendrás miedo que este se haya corrido. Antes de hacerlo, cerciórate que tu rostro no luzca grasoso, ten siempre un pañuelo de tela a la mano para limpiarlo. Y por favor, nunca olvides retirarlo todo antes de irte a dormir.
Sé que al principio puede parecer pesado y algo complicado, pero en realidad es cuestión de que lo hagas parte de tu rutina y te tomará tan solo 10 minutos verte bien para todo tu día profesional. Además, luego encontrarás tus propios trucos y estilo para sacarle aún mayor partido al maquillaje.
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