Seguimos estando en crisis y en época de austeridad para muchas familia, no obstante la llegada de la Navidad nos hace sacar esa vena compulsiva en las compras y tirar por ejemplo de tarjetas de crédito que a la larga nos perjudicaría aún más la economía.
Por ello, nunca está de más recordar que las compras hay que hacerlas con moderación y controlar los impulsos y gastar con sensatez.
La mejor acción o ayuda es la elaboración de un presupuesto previo en el que se limite el gasto, así se podrán realizar las comprar sin poner en peligro la economía doméstica o distinguir entre las compras justificadas y otras que no lo están.
Al salir de compras, conviene llevar una lista de los artículos que se quiere adquirir y se recomienda evitar hacerlo en momentos de euforia o desánimo, ya que determinadas situaciones psicológicas favorecen la compra irracional.
Ser conscientes de que la reducción en el precio de algunos productos no conlleva la reducción en el precio de todos, se puede subir presupuesto en un producto y bajarlo en otro, y así se cede a la tentación de gastar más de lo que se puede.
Y por supuesto evitar las compras de última hora, cuando los precios están más caros y las aglomeraciones hacen que se hagan las compras de forma rápida y descuidada. Para finalizar, aprovechar las rebajas para comprar lo que no sea estrictamente necesario en estas fechas o acojerse a los diversos descuentos.
Imagen | revistafemenina
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