Parece que cuando conocemos a alguien y después se convierte en algo más que un amigo, incluso llega a ser nuestra pareja, en toda esa fase previa del conocer, gustar, coquetear, quedar o la llamada fase del enamoramiento, todo es de color de rosa, todo es pasión y buenos deseos. Pero, a medida que va pasando el tiempo y nos
acomodamos con nuestra pareja, la pasión del principio se enfría.
La monotonía entra a formar parte en la vida de la pareja y los años o meses de pasión del principio son historia del pasado, la casa, el trabajo, los hijos, nunca hay tiempo o no hay ganas para el flirteo o las relaciones sexuales.
Esa fase hay que evitarla, no podemos caer en una rutina que puede poner en peligro la relación. Por lo tanto nada de acomodarse porque tengas a tu pareja ahí constantemente y bien segura, hay que cambiar de actitud y transformar la rutina.
Primeramente hay que dejar de pensar que el placer nace de forma espontánea, en el periodo de noviazgo o en los primeros días, era todo pasión que salía sin más, por lo tanto, hay que buscar las ganas del placer o hay que llamarlo.
Debemos por lo tanto, hacer un esfuerzo y volver a disfrutar de ese coqueteo. Puede suceder que se esté cansada o estresada, ambos, pero de vez en cuando, vale la pena buscar un hueco en nuestra agenda para recuperar el deseo y tener ‘una cita con tu pareja’.
Marcar por ejemplo un día para hacer el amor no quita espontaneidad al acto ni al encuentro, sino todo lo contrario. Es como tener una cita, como en la época de noviazgo, puede ser un gran aliciente para que el sexo apetezca, ya que nos permite prepararnos mentalmente y físicamente para ello.
Puedes preparar el ambiente, comprar unas velas para decorar la habitación, unos inciensos con aromas sensuales y pensar en la ropa que te pondrás, todo ello nos permite llegar al sexo con la libido ya encendida y dispuestas a disfrutar de una noche de placer, un modo de no posponer constantemente los encuentros amorosos con tu pareja.
Imagen | es.tendencias
No hay comentarios:
Publicar un comentario