No importa la edad para ilusionarte con nuevos proyectos y con ello conservarte joven y activa, la experiencia que da los años puede ayudarte a sacar mejor partido a tu vida y si además, adoptas una actitud positiva, el éxito está garantizado.
Quizás a los 40,50 e incluso a los 60 es posible que empieces a hacerte preguntas como ¿me satisface lo que estoy haciendo hasta ahora? ¿Soy realmente feliz? ¿Veo la vida pasar? Si te haces estas preguntas hay dos modos de reaccionar.
La conformista, es decir aceptar tu estilo de vida aunque no sea exactamente el que deseas, o la positiva: tratar de modificar tu trayectoria vital y sacarle más jugo a la vida, para conseguir tus objetivos tengas la edad que tengas.
Según los estudios a partir de los 45-50 años, iniciamos una nueva etapa en nuestras vidas, una etapa más plena y feliz que las anteriores. Esta teoría asegura que el nivel de felicidad desciende progresivamente hasta llegar a esta edad y, a partir de ese momento retoma el camino ascendente hasta recuperar el nivel de la primera juventud. Por lo tanto mientras más mayores, más felices.
Por otro lado, un exceso de nostalgia por el pasado, puede hacer que no disfrutemos del presente, ya que añorarlo es correr en contra del viento, por lo tanto lo más importante es construir un plan de futuro, ya que la felicidad no es cuestión de los años que se tenga, más bien con las gafas que mires al mundo, de si mantienes el interés de lo que te rodea o te motiva lo que haces. Si así no fuera, busca la curiosidad por el mundo, la ilusión por la vida a través de nuevos proyectos, viajes y te ayudará a sentirte más completa.
Si tu situación actual no te satisface, no dudes en transformarla, no pienses en ‘soy muy mayor para empezar de nuevo’, ya que la madurez es una época excelente para cambiar la vida, ya que se tiene más claro dónde se quiere llegar, la experiencia de los años, son un grado.
Imagen | Mimundus
Fuente:Centromujer
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