- Las cremas preparadas en casa nos permiten ahorrar dinero y a la vez las elaboramos con productos naturales y limitamos la utilización de productos químicos y de alcohol, que son los componentes principales que tienen las cremas del comercio y que producen alergía.
Crema casera para el rostro:
- Dependiento del tipo de piel que tengamos habrán cremas que no nos servirán para hidratarnos y que pueden incluso que nos resequen más o incluso nos aporten más grasa, por lo que podéis conseguir el tener una crema casera que sea “neutral” y natural elaborada a partir de:
- 100 ml de aceite de almendras de primera presión en frío
- 140 ml de agua de rosas, con 5 gotas de esencia de rosa
- 32 g de cera de abejas
- 20 gr de manteca de cacao
Crema casera para el cuerpo:
- Si deseas hidratar la piel de tu cuerpo y además que recupere elasticidad, puedes hacer tu propia crema a partir de la mezcla que sale del aloe vera, el aceite de rosa mosqueta y la manteca de karité. Productos que aunque algo caros a la larga van a permitirte el ahorrar dinero.
Crema casera para combatir la celulitis:
- Las cremas anti-celulitis suelen ser caras si queremos que sean efectivas, pero también podemos conseguir hacer una que funciones con ingredientes que podemos comprar y que permitirá combatir la piel de naranja a partir de los granos de café. Para hacer esta crema necesitarás:
- 1 1/2 tazas de azúcar
- 1/4 taza de posos de café
- 3/4 taza de aceite de oliva
Crema casera para manos:
- Si deseas poder tener unas manos suves e hidratadas no es necesario comprar una crema de las que venden por ejemplo en parafarmacias ya que seguro que en casa encontrarás estos ingredientes que ahora te menciono:
- 1 patata
- 2 cucharadas de leche fría
- 2 cucharadas de miel.
Crema casera para el cabello:
- Si deseas tener una melena suave, lisa y brillante puedes conseguir hacer una crema que te deberás aplicar como una mascarilla. Para ello deberás mezclar estos ingredientes:
- 1 Cucharada de avena.
- ½ Vaso de leche.
- 1 Cucharadita de almidón. 1 Hoja de sábila.
Has de batir con la batidora la avena con la leche, y la parte interna de la hoja de sábila. Lo cuelas todo y lo vuelcas sobre agua hirviendo con una cucharada pequeña de almidón. Cuando tengas un líquido espeso lo dejas enfríar y ya lo podrás aplicar sobre el peso.
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