Cuando los síntomas de cada uno de estos periodos son muy intensos, se considera que el trastorno bipolar es del tipo I y del tipo II si los de la fase de excitación son muy leves. Existe un tercer tipo que se conoce como ciclotimia, en el que tanto la depresión como las manías son leves.
El trastorno bipolar a veces, es difícil de reconocer, pues tiene aspectos muy parecidos al de otros trastornos y, además es frecuente que los produzca el abuso de drogas.
Las causas son desconocidas o al menos no es una ciencia cierta que lo provoca, pero es probable que la existencia de algún factor genético sea la causa, pues en las dos terceras partes de los casos hay algún familiar con el trastorno.
Se supone que puede influir un desequilibrio entre los neurotransmisores, que son unas sustancias químicas que transmiten los impulsos entre las neuronas. En muchos casos, la enfermedad se inicia después de una o varias circunstancias estresantes.
El trastorno bipolar suele aparecer de repente, pero entre ambos periodos. La fase de manía acostumbra a ser más corto que el de depresión y ocurre con más frecuencia durante la primavera, mientras que el último es más habitual en otoño.
En el periodo de depresión existe desinterés por todo, pérdida del impulso sexual, tristeza profundo, falta de concentración, abandono de las actividades habituales, sentimientos de culpabilidad, angustia, pesimismo, ideas de muerte, perdida de peso, insomnio, mareos …
Durante el periodo de manía, se está eufórico, optimista, tiene una actividad muy exagerada, ideas de grandeza, abandona el trabajo o profesión, gesticula y habla atropelladamente, pensamientos rápidos, distracción, no tiene necesidad de dormir, generosidad y derrocha dinero, pero en ocasiones se vuelve irritante.
Todos estos periodos del trastorno bipolar con el tratamiento adecuado y psicológico acostumbran a controlarse muy bien. Aunque siempre está presente los periodos con decaídas.
Imagen | Elespectador
Source: centromujer
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