En tema de estética no hay todavía nada finalizado. Las técnicas para rejuvenecernos son cada vez más vanguardistas y al alcance de todas aquellas mujeres que quieran mejorar su aspecto.
Desde toxinas botulínicas, ácidos hialurónicos, geles de
poliacrilamida, inductores de colágeno, etc., son las sustancias propias para realizar los retoques faciales con resultados casi quirúrgicos que tienen una acción de rejuvenecimiento inmediata y que nadie notará porque apenas tiene efectos secundarios. Eso sí, ponte en manos de un buen especialista.
Una nueva técnica revolucionaria es el llamado Biolifting 3D. Todo un procedimiento que se vale de una microcánula y la acción reedificadora de materiales 100% reabsorbibles para dar volumen a las zonas deprimidas del rostro sin causar hematomas.
El biolifting facial se plantea como un plan de rejuvenecimiento personalizado cuyo objetivo es recuperar el mapa facial de volúmenes perdido como consecuencia del paso de los años. Es una técnica rápida, indolora y duradera.
Biolifting 3D representa una gran innovación con respecto a la jeringuilla convencional. Por un lado, su especial longitud permite al especialista moverse en un diámetro de 360º desde el punto de entrada, lo que se traduce en una reducción sustancial del número de “pinchazos” y en una distribución más uniforme de la sustancia. A la vez que permite tratar un rostro completo sin causar ni un solo hematoma.
Para conseguir elevar las zonas deprimidas de forma natural, el biolifting se vale de sustancias 100% reabsorbibles de cierta densidad que permite conseguir un aumento de volumen controlado alrededor de la boca y los ojos, en pómulos, mejillas, sienes, cejas y línea mandibular.
Los resultados son naturales, duraderos (hasta 2 años) y evidentes desde el primer instante. Está demostrado que, al mejorar el volumen de la zona, la técnica repercute en una mejoría del grado de flacidez cutánea. El tratamiento dura a penas 20 minutos y su precio ronda los 4.000 euros para el rostro al completo.
Imagen | belleza.facilisimo
Fuente: Centromujer
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