Romper con tu pareja nunca es una decisión fácil y más cuando se ha amado de verdad. Hay muchos sentimientos en juego y en muchas ocasiones una no está segura de no arrepentirse después de dar el paso. Por ello siempre la mejor opción es no precipitarse. Tomarse el tiempo necesario para meditar bien las cosas. Solamente cuando se consiga romper internamente la relación, será más sencillo hacerlo físicamente y entonces actuar.
Si ya has tomado la decisión de forma firme, el siguiente paso es evaluar las causas que han llevado a esta situación. Puede ser que la rutina se haya apoderado de la relación, o bien que una tercera persona haya irrumpido dentro de la vida en pareja. Saber el porqué te dará las claves de cómo romper.
Si no quieres herirle, echa mano de esas frases hechas, por ejemplo, ‘te mereces algo mejor que yo’. Este proceso de ruptura ha de ser rápido y lo menos doloroso posible, especialmente para ti. Cuando quieres que él haga el trabajo por ti.
Si no te encuentras con ganas ni ánimos de llevar la iniciativa en la ruptura, pero quieres acabar cuanto antes con él, haz que sea él quien diga ‘hasta aquí hemos llegado’.
Puedes revelar con tu actitud que las cosas no marchan bien. Si ocultas la realidad bajos sonrisas forzadas o muestras de cariño, él se convencerá de que la cosa no marcha bien. Pero si tu cara comienza a reflejar el hastío de la relación, finalmente será él quien decida dar el paso de la ruptura.
Por otro lado, si le quieres con locura, pero no como pareja si no como amigo, lo mejor es que lo dejes con tacto y sobre todo no esperar a ser el último en enterarse y averiguar que todo el mundo lo sabía antes que él, es humillante. Ves directa al grano, piensa que es inevitable que le hagas daño, sobre todo si el otro no se lo esperaba, pero, la sinceridad con el tiempo será valorada.
Imagen | Sonpareja
Fuente:centromujer
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