Aunque el organismo ya dispone de sus propios sistemas de depuración a través de órganos como los riñones, el hígado, el sistema inmunológico, es necesario facilitarle el trabajo mediante una dieta equilibrada.
Por lo tanto, si has decidido empezar a cuidarte un poco más o perder peso, tu primer paso será hacer algunas modificaciones en tu lista de la compra. Procura que en tu despensa no falten alimentos como el pescado azul y los frutos secos.
Éstos son una reserva de grasas buenas, nutrientes que, además de reducir el riesgo de sufrir colesterol y enfermedades cardiovasculares, depuran el hígado y estimulan la eliminación de toxinas del organismo.
La fruta por otro lado, limpia el organismo, sobre todo el intestino y el hígado, y ayuda a recuperar equilibrio nutricional. Son especialmente depurativos la piña, el pomelo, la uva, el limón, la manzana y las cerezas.
Otro alimento que no puede faltar son las verduras. Aportan vitaminas y sales minerales y, gracias a su elevado contenido en agua, ayudan a eliminar toxinas y mantener el cuerpo y la piel bien hidratados. También contienen fibra, que estimula el funcionamiento del intestino, evita el estreñimiento y reduce el riesgo de sobrepeso.
Todas las verduras y hortalizas frescas resultan saludables pero las que tienen un mayor efecto desintoxicante son las alcachofas, las endibias, los espárragos, los puerros, el apio, la cebolla y la escarola.
Los alimentos con fibra tienen una gran capacidad para absorber toxinas, ya que limpia los intestinos y evita la acumulación de depósitos en las paredes intestinales y el colon. Además, la fibra ayuda a mantener en buen estado la flora bacteriana del sistema digestivo.
Imagen | 7477245@N05
Fuente Centromujer
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